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Guerra aérea sobre Egipto - המלחמה האווירית על מצרים

Shomer | Publicado en 11/10/2018, 10:10 | 2595 Vistos

                           Los nueve días de la Crisis de Suez

                                          Guerra del Sinaí

29 de octubre al 7 de noviembre de 1956


Documento creado en base al trabajo de Ciel de Gloire

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La guerra del Sinaí, llamada también Crisis de Suez o bien Guerra de Suez, fue una contienda militar librada sobre territorio egipcio en 1956 que implicó a la alianza militar formada por el Reino Unido, Francia e Israel contra Egipto con el apoyo en mayor o menor medida de los países que actualmente conforman la Liga Árabe.

Motivos para la intervención franco-británica

El canal de Suez, financiado por Francia y Egipto comenzó a operar en 1869 y rápidamente se convirtió en un enlace vital entre el Reino Unido y su colonia más importante, la India Británica. Dada esta relevancia, el Reino Unido compró su participación al Gobierno egipcio. El canal conservó su importancia incluso tras la independencia de la India, puesto que se transformó en la principal ruta para transportar petróleo desde el golfo Pérsico a Europa, por lo que resultaba vital para todas las economías de Europa Occidental.


Puerto Saíd, a la entrada del Canal de Suez, desde el mar Mediterráneo.


El General egipcio Gamal Abdel Nasser encabezó en 1952 un golpe de Estado contra el gobierno del rey Faruq I, tras el cual proclamó la república y reemplazó las políticas prooccidentales de la monarquía por una nueva política panarabista cercana al socialismo soviético.

En junio de 1956, Nasser fue elegido presidente y como parte de su nueva política implantó en el país lo que denominó el nacionalismo socialista árabe. Inmediatamente, el gobierno de Nasser comenzó a adquirir material militar en los países de la órbita soviética, reconoció diplomáticamente a la República Popular China, y firmó a su vez acuerdos de ayuda mutua con Siria y Jordania.

Con Nasser a la cabeza de Egipto, se desató en el país una campaña "antiimperialista", y entre las medidas adoptadas, una de las mas trascendentes fue la de buscar nacionalizar el Canal de Suez (hasta ese momento en posesión anglo-francesa), cosa que afectaba gravemente a los intereses económicos británicos y franceses en la zona.

 

Gamal Abdel Nasser


Las inclinaciones políticas del presidente Nasser y su influencia en el mundo árabe le granjeó las antipatías del Reino Unido y de Francia. En consecuencia, británicos y estadounidenses se negaron a financiar la construcción de la Presa de Asuán como se habían comprometido con anterioridad. En respuesta a ello, el presidente Nasser nacionaliza el Canal el 26 de julio de 1956 con el objetivo de financiar tal construcción, lo que irrita considerablemente a franceses y británicos, principales accionistas del Canal de Suez y máximos beneficiarios del petróleo que por él circulaba desde los yacimientos del Golfo Pérsico hacia Europa.

Motivos para la intervención israelí

En 1947 se había aprobado el Plan de la ONU para la partición de Palestina, resolución que contemplaba la formación de dos Estados asentados sobre el territorio bajo el mandato británico en Palestina.

Si bien los judíos de Palestina aceptaron la resolución de la ONU, los estados árabes circundantes, así como la dirigencia árabe-palestina rechazaron este acuerdo y le declararon la guerra al Estado judío al momento mismo de declarar su independencia, lo que provocó la Guerra árabe-israelí de 1948 en la que participó a favor de las fuerzas árabes, entre otros, el entonces Reino de Egipto.

Contra todo pronostico y a pesar de las desiguales fuerzas enfrentadas, esta guerra acabó con la victoria de Israel, que no sólo que obtuvo su independencia, sino que vio su territorio ampliado con respecto al trazado del plan original de la ONU.



La victoria israelí causó que la opinión pública de los países árabes demandara una nueva guerra para acabar con Israel. Nasser, como político nacionalista, no podía permanecer insensible a estas demandas, por lo que convirtió a su país en uno de los principales instigadores de la guerra de guerrillas contra los israelíes, armando y entrenando a los guerrilleros fedayin que operaban desde la franja de Gaza sobre territorio israelí desencadenando acciones violentas, que se intensificaron de manera importante justamente a partir del año 1956.​

Al nacionalizar el canal el 26 de julio de 1956, Nasser ordenó el bloqueo de los Estrechos de Tirán, vía de acceso a Eilat, principal puerto mercantil israelí en el golfo de Aqaba, y único puerto que le permitía a Israel comunicarse con los mercados del Sudeste Asiático a través del mar Rojo y el Índico; para peor, en octubre de 1956, Egipto, Siria y Jordania firman una alianza militar, e incrementan aún más la presión sobre Israel.

El plan de intervención en Egipto

En una reunión en las afueras de París entre Francia y el Reino Unido, éstos, contrariados por la nacionalización del canal de Suez, acordaron aliarse con Israel, que buscaba castigar a Egipto por su apoyo a las guerrillas palestinas y por su bloqueo de los estrechos de Tirán. El pacto alcanzado incluía una primera invasión israelí del Sinaí seguida de una oferta de mediación anglo-francesa, que en caso de ser rechazada se convertiría en casus belli contra Egipto.

Avances israelíes en el Sinaí

El 29 de octubre de 1956, Israel decretó la movilización de sus fuerzas armadas, y siguiendo un muy bien planificado plan de acción, en sólo cuatro días lanza la invasión del Sinaí y de la Franja de Gaza, alcanzando rápidamente la zona del canal de Suez. El desarrollo del conflicto fue para los israelíes el primer ejemplo de una extremadamente exitosa planificación, en el sentido de "impactar y shockear" por medio de una Blitzkrieg sorpresa, afectando en todos los aspectos al Ejército egipcio.

La subsiguiente oferta de mediación de Francia y el Reino Unido fue rechazada por Egipto, tal como esperaban, por lo que los dos países europeos comenzaron a bombardear suelo egipcio desde sus bases en Chipre y Malta el 31 de octubre.

Reino Unido y Francia reunieron 80.000 hombres y una flota de más de 100 barcos, entre los que había 7 portaaviones. Nasser respondió hundiendo barcos comerciales en el canal hasta un total de 40, lo que convirtió a la región en intransitable hasta principios de 1957.

Los bombardeos fueron seguidos el 5 de noviembre con un despliegue de paracaidistas en Puerto Saíd, en donde aviones y buques ingleses y franceses intervinieron en el conflicto para proteger el canal de Suez atacando Puerto Saíd y Port Fuad, una acción que es rechazada por los Estados Unidos y que obliga a que las tropas israelíes detengan su avance a 16 kilómetros al este del canal, lo que a su vez permite a Nasser la nacionalización del Canal el mismo día en que Israel completaba la conquista del Sinaí.

La oposición norteamericana

Los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas estaban en contra de la intervención de la triple alianza por distintas razones. Los soviéticos se habían convertido en uno de los principales aliados de Siria, y buscaban incrementar su popularidad en el mundo árabe.

Los estadounidenses, por su parte, alegaron no haber sido informados de la invasión por sus aliados, y la administración de Dwight Eisenhower tenía que demostrar al mundo que no permitiría esa clase de comportamientos por parte de sus aliados si pretendía que sus denuncias sobre la intervención soviética en Hungría tuvieran alguna clase de credibilidad. Por estas razones, el 30 de octubre de 1956, EE.UU llevó al Consejo de Seguridad una resolución que pedía la retirada israelí del Sinaí, pero que fue vetada por Francia y el Reino Unido.

La intervención aérea de la Triple Alianza

Anticipado durante mucho tiempo, los preparativos para el ataque franco-británico contra el Canal de Suez habían comenzado el 3 de agosto de 1956. Alegando la supuesta amenaza a la libre navegación por este pasaje tras el conflicto árabe-israelí en el Sinaí, Londres y París deciden de mutuo acuerdo intervenir. 

En una entrevista con el primer ministro Anthony Eden, el Mariscal del Aire Barnet se comprometió a doblegar al gobierno del coronel Nasser a través de una ofensiva aérea masiva.

Los planes para la Operación Musketeer -el ataque al canal- también incluyeron el bombardeo durante cinco días de los aeródromos en los que se habían dispersado los aviones de la Fuerza Aérea egipcia para enfrentar a los israelíes.

Por su parte, los israelíes, exponiendo sus planes a sus aliados, hicieron hincapié en que pensaban llegar sin gran dificultad a los objetivos que se habían propuesto: la Franja de Gaza y Sharm el Sheikh al norte hasta el extremo sur de la península del Sinaí.

El 24 de octubre de 1956, en un acuerdo firmado en Sèvres, los franceses, británicos e israelíes establecen el día 29 de ese mismo mes como la fecha de la ofensiva que conduciría al estado judío a apoderarse del Sinaí, y los oficiales militares israelíes insistieron fuertemente en la necesidad de destruir la mayor parte de la fuerza aérea egipcia antes de que comenzara su ataque. Además, los aviones franceses de carga pesada proporcionarían el apoyo logístico para el ejército israelí, mientras que dos escuadrones de caza de la Fuerza Aérea de Francia serían enviados al área para defender a las ciudades israelíes contra posibles incursiones lideradas por Iliushin Il-28 de Egipto.




Las modalidades de implementación de las operaciones aéreas comunes entre franceses y británicos fueron desde el inicio muy controvertidas. Mientras que por un lado los franceses  se habían pronunciado por una acción limitada sobre los aeródromos egipcios seguida de una operación aerotransportada que llevaría a la captura en cuatro días de los objetivos ubicados a lo largo del canal, los británicos en cambio creían que era necesario, antes de cualquier ataque anfibio o aéreo, "romper los riñones" a la fuerza aérea enemiga en el contexto de una fase "aero-psicológica".

A pesar de la opinión negativa expresada por el Estado Mayor de la Fuerza Aérea Francesa, que hizo hincapié en que estos bombardeos tenían la gran desventaja de dejar transcurrir demasiado tiempo entre los bombardeos preliminares y la toma en tierra de las fuerzas aéreas aliadas, los británicos se apegaron a este proceso.





Las fuerzas involucradas

Frente a los medios de transporte aéreo de Egipto, la Real Fuerza Aérea desplegó cuatro escuadrones (ciento veinte dispositivos) de bombardeo, otros cuatro atacantes (cien unidades) y un escuadrón de reconocimiento, el brazo de aire de flota con su lado doscientos aviones dividida entre tres portaaviones.





En cuanto a la Fuerza Aérea de Francia, desplegaba 150 aparatos pertenecientes a los Escuadrones 1/3 y 3/3 (36 F-84F), así como el Escuadrón de Reconocimiento 1/33 (16 F-84F) y varios medios de transporte encuadrados en las formaciones 1/61, 3/61 y 2/63 (aviones Noratlas y C-47). Además de 18 Mystere IV y otros 18 F-84F basados en la base israelí de Ramat David, y algunos Noratlas estacionados en la base israelí de Lydda, todos los cuales tuvieron un cálido recibimiento, pues en 1956 el Estado de Israel tenía solamente ocho años de existencia y su fuerza aérea era todavía endeble.

Los aviones franceses fueron convertidos en israelíes por el procedimiento de pintar su símbolo sobre la cocarde francesa; por lo demás, se trataba de una unidad militar francesa completa, incluyendo sus equipos auxiliares y mecánicos.

Los 18 F-84F Thunderstreak franceses basados en Israel que formaban parte del contingente destinado a la campaña en el Sinaí fueron utilizados para apoyar el ataque israelí en el Sinaí, y el 3 de noviembre realizaron su misión más importante, buscar y destruir los bombarderos soviéticos Ilyushin Il-28 que habían sido recientemente incorporados a la aviación egipcia. Con este fin hicieron un vuelo de larga distancia hasta la base de Luxor, en donde liquidaron una veintena de esos Il-28, considerados como una terrible amenaza para las ciudades de Israel.


Ilyushin Il-28 egipcio


Después de terminar su trabajo, los aviones franceses regresaron a la Base de Saint-Dizier, y y es así que se iniciaría la etapa "francesa" en la aviación militar israelí, que duraría hasta 1968, y que lanzaría a la fama a los Mirage franceses justamente de manos de los pilotos de Israel.

La Aviación Naval Francesa por su parte, alineaba en 1956 en la zona a unos 50 aviones a bordo de un portaaviones.


Republic F-84F Thunderstreak del Ejército del Aire francés camuflado como israelí


A los medios aéreos desplegados por Francia, la Heyl Ha'Avir israelí añadió 69 aviones a reacción y 45 aviones de pistón adicionales, incluidos algunos Boeing B-17 Super Fortress.

El plan de acción establecido por el Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Israel preveía el uso en las operaciones del Sinaí de aviones Glouster Meteor, Dassault Hurricane, North American Mustang y De Havilland Mosquito para los ataques terrestres, mientras que las operaciones de caza recaerían en los Dassault Mysteres.



La Aviación Egipcia

Previo a su transformación hacia el uso exclusivo de material suministrado por la Unión Soviética (que se inició en octubre de 1955), la aviación militar egipcia tenía, en el momento del asalto franco-británico, solo dos escuadrones equipados con material soviético, uno de ellos equipado con MiG-15. Además, disponía de una unidad integrada por Ilyushin Il-28  que estaba completando el entrenamiento en una base cercana a El Cairo.

La mayor parte del potencial de su fuerza aérea, sin embargo, se basaba en aviones de origen franco-británico (15 Vampire y 12 Glouster Meteor).




                                           MiG-15 egipcio, Copyright Tom Cooper / ACIG.org


La batalla por Suez comenzó al final de la tarde del 29 de octubre, cuando Israel sofocó las posiciones egipcias del Sinaí en dos lugares. Veinte minutos más tarde, dieciséis Douglas C-47 y diez Glouster Meteor, cruzando la frontera a una altitud bastante baja para no ser detectados por los radares egipcios, arrojaron mil seiscientos paracaidistas en la boca oriental del Paso de Mitla. Las noticias de la ofensiva israelí llegaron a las oficinas centrales de El Cairo a las 7:00 pm, y las tropas egipcias cruzaron el canal hacia Mitla menos de una hora después.

Al día siguiente, un avión no identificado atacó y derribó a un Ilyushin Il-14 que transportaba a un equipo de periodistas desde Damasco a El Cairo, y en el que normalmente debería haber viajado el comandante en jefe del Ejército Egipcio, el Mariscal de Campo Amer, el cual se salvó milagrosamente por estar casualmente a bordo de otro avión, que llegó a Egipto sin problemas.

Al final del segundo día, cuatro English Electric Canberra de la Real Fuerza Aérea Británica que estaban destinados a evaluar la capacidad de reacción de la defensa aérea egipcia fueron interceptados por varios MiG-15 que lograron dañar a uno de ellos, y el mando aéreo británico quedó tan sorprendido por la efectividad de esta rápida intervención egipcia que decidió posponer los ataques aéreos que estaban previstos llevarse a cabo durante ese día.





Mientras tanto, varios Dassault Ouragan israelíes habían tenido éxito en dañar al destructor egipcio Ibrahim al-Awwal que había sido enviado a bombardear la Base de Haifa, provocándole tales daños al punto de que el comandante del barco se vio obligado a rendirse.


Destructor egipcio Ibrahim al-Awwal, capturado por la Armada de Israel


Casi al mismo tiempo, varios MiG-15 de la Fuerza Aérea Egipcia destruyeron seis vehículos y un Piper Cub cerca del paso de Mitla, y sus Vampires, escoltados por otros MiG-15, atacaron convoyes israelíes durante algún tiempo.Más tarde, el primer combate aéreo de esta guerra tuvo lugar al final de la tarde del 30 de octubre, cuando seis MiG-15 egipcios se  enfrentaron a seis Mystere israelíes, con el resultado de que dos aviones egipcios fueron derribados y uno de los aparatos israelíes resultó gravemente dañado, aunque logró regresar a su base.




A pesar de la rapidez en la ejecución del ataque israelí, la fuerza aérea egipcia logró llevar a cabo unas 50 incursiones el 30 de octubre, mientras que la Heyl Ha'Avir israelí completó aproximadamente un centenar de ellas, algunas de ellas muy letales contra las tropas egipcias desplegadas en las salidas occidentales del Paso de Mitla.

A las 6:00 en punto del 31 de octubre, París y Londres pidieron a los dos adversarios que abandonaran sus posiciones en las orillas del canal, un punto que los israelíes ni siquiera habían alcanzado. Como los oficiales británicos y franceses habían predicho, los egipcios se negaron a obedecer, abriendo el camino para la intervención de las dos potencias occidentales.

Al anochecer, seis Vampires egipcios que intentaban atacar a las tropas israelíes cerca de Mitla fueron interceptados por los Mystere israelíes que patrullaban la zona y los egipcios perdieron a dos de ellos. Finalmente ese día, un Ilyushin Il-28 enviado a atacar la base israelí de Lod, no logra alcanzarla y se ve obligado a dejar caer sus bombas sobre Ramat Rachel.







Durante esa tarde, tanto la fuerza aérea israelí como la egipcia habían estado bajo intensa actividad interviniendo en apoyo de las operaciones terrestres en el área del Paso de Mitla; por ejemplo, en un caso dos Dassault Ouragan israelíes cuya misión era destruir un destacamento de aeronaves de la Fuerza Aérea Egipcia que estaban basados en Bir Hama (cerca de Bir Gifgâfa) fueron interceptados por varios MiG-15 que lograron dañar a uno de ellos, el cual se vio obligado a aterrizar en el desierto. Los Mystere israelíes también se enfrentaron ese día a una columna blindada enemiga a la que no lograron detener, enfrentándose en el lugar a varios de los Meteor egipcios.

Mas al norte, al día siguiente, 31 de octubre, el ejército israelí sufrió su única derrota real en toda la Campaña de 1956, cuando las unidades que envió para atacar en Abu Ageila fueron rechazadas sufriendo grandes pérdidas.



La situación probablemente habría empeorado si la Fuerza Aérea Israelí no hubiera intervenido y detenido una formación de tanques egipcios que intentaron una operación de desminado y ataque sobre El-Arich. Las solicitudes de apoyo aéreo de parte de las fuerzas israelíes en tierra eran tales en volumen que ese día los aviones franceses con base en Israel tuvieron que ser lanzados contra una unidad egipcia que avanzaba hacia Abu Ageila.

De cualquier forma, a pesar de las pérdidas que habían sufrido debido al fuego de tierra, la Heyl Ha'Avir israelí registró en ese día muchas salidas más que la fuerza aérea egipcia.






La intervención franco-británica

Tras el ultimátum franco-británico que expiraba el 31 de octubre a las 6:00 en punto, las fuerzas egipcias que proporcionaban la defensa aérea sobre el delta del Nilo y el Canal de Suez, se pusieron en alerta máxima. Al mismo tiempo, 21 MiG-15 originalmente destinados a la aviación siria fueron enviados a Egipto pilotados por pilotos soviéticos y checos, al tiempo que mas Ilyushin Il-14 eran enviados a Egipto directamente desde las propias unidades en  Europa del Este.

El gran error de la dirigencia política egipcia fue el de esperar hasta el último minuto que los franceses y los británicos farfullaran, y por tanto no se había ordenado ninguna preparación ni adicional y ni siquiera la dispersión de sus aviones en sus bases locales, de modo que cuando poco después del anochecer aparecieron sobre sus cielos los primeros aviones franceses y británicos, la sorpresa fue total.

Tres oleadas formadas por aviones Canberra y Valiant de sus fuerzas aéreas basadas en Chipre y Malta aparecieron sobre las bases de Almaza, Inchas, Abu Sweir y Kabrit, e incluso sobre el Aeropuerto Internacional de El Cairo, pero liberando sus bombas desde una altitud ligeramente superior a los 12.000 mts, los aviones aliados registraron resultados decepcionantes, logrando destruir solo 14 máquinas enemigas en el suelo. Los egipcios, por su parte, solo lograron interceptar a uno de los Valiant británicos con uno de sus Meteor NF Mk.13, pero que no lo derribó.

Por otra parte, en un esfuerzo por preservar sus preciosos Ilyushin Il-28, los egipcios los enviaron más al sur, a Luxor. 


                            Republic F-84F Thunderstreak. Copyright Tom Cooper / ACIG.org



Tras un reconocimiento realizado por dos Canberra que demostró la ineficacia del ataque aliado en la noche, los franco-británicos reanudaron el asalto durante todo el día del 1 de noviembre, esta vez con aviones Canberra, Venom, Sea Hawk, Sea Venom y Meteor, así como tambien con los Thunderstreak, Hellcat y Corsair de la Fuerza Aérea y la Fuerza Aérea Naval Francesa.

Al final del día, la fuerza aérea egipcia fue neutralizada en gran medida, mientras que los pocos aviones que había enviado contra los franceses y británicos fueron barridos del cielo.

Durante la noche siguiente, el Comando de Bombarderos reanudó las incursiones contra cuatro aeródromos en el área del canal y alrededor de El Cairo. Luego, el 2 de noviembre, un escuadrón aliado dio el golpe de gracia al desplegar oleadas de aviones que, apareciendo por encima de los objetivos cada diez minutos, impidieron el despegue de los interceptores egipcios.


Carros Sherman israelíes avanzan por las arenas del Sinaí


El mismo día, el portaaviones Arromanches, que había lanzado sus Corsair contra el puerto de Alejandría, fue atacado por dos destructores egipcios Tarek y El-Nasr, que a su vez tuvieron que retirarse hasta el final de la guerra y resguardarse tras una cortina de humo tras la embestida de la aviación del portaaviones francés.

Los combates continuaron el 5 y 6 de noviembre, con los portaaviones británicos atacando posiciones en tierra alrededor de Alejandría para distraer al ejército egipcio de la operación en curso contra Puerto Saíd y Puerto Fouad.

La ofensiva aérea franco-británica permitió a los israelíes lanzar un ataque masivo contra el Sinaí, que obligó al ejército egipcio a retirarse por la noche hasta le costa del canal. En El Cairo, el Coronel Nasser pide a sus oficiales del ejército que se prepararan para una larga acción de guerrillas en el Valle y el Delta del Nilo si la situación continuaba deteriorándose. En cuanto a la guarnición de Sharm el-Sheikh, no podría por falta de medios de transporte permanecer en el lugar y luchar.





                                                P-51. Copyright Tom Cooper / ACIG.org



A pesar de la acción aérea franco-británica, los israelíes se encontraron con la oposición feroz de la fuerza aérea egipcia durante esos días. Después de retirarse de El Arich a Bir Gifgâfa y Bir Rod Salim, los Vampires egipcios atacaron a los paracaidistas israelíes que luchaban en el paso de Mitla en la mañana del 1 de noviembre. Luego, en la tarde, los MiG y Meteor NF Mk 13 egipcios volaron sobre Sinai, donde se encontraron con Mysteres israelíes. Hacia el sur, en Sharm el-Sheikh, el 2 de noviembre comenzó una batalla difícil, con paracaidistas israelíes cayendo sobre El-Tôr, en el oeste de la península, mientras las unidades motorizadas se Israel se movían a lo largo de la costa. Al día siguiente, Mustang y B-17 aplastaron bajo sus bombas a varias unidades de artillería pesada egipcia que bloqueaban con su fuego el estrecho de Tiran y Ras Nasrani. Los defensores egipcios de Sharm el Sheikh capitularon 5 después de un ataque israelí realizado con el apoyo de P-51 Mustang equipados con tanques napalm que apoyaban a los paracaidistas que volvian del ataque a El-Tôr.




El asalto anfibio y aerotransportado franco-británico

En este momento, los franceses y británicos ya habían comenzado la invasión de la Zona del Canal con sus tropas aerotransportadas, con las fuerzas aéreas franco-británicas trabajando para preparar el terreno a las unidades blindadas, se bombardearon los cuarteles, baterías costeras y posiciones de artillería antiaérea egipcias alrededor de las zonas de caída.

Además, el peligro que representaban para las unidades del ejército aliado los Ilyushine Il-28 basados en Luxor, fue removido por un ataque aéreo llevado a cabo conjuntamente por los Valiant de la RAF y los F-84F franceses.

Un cuarto de hora después de que los primeros paracaidistas británicos cayeron sobre el aeródromo de Gamit, los franceses saltaron al sur de Port-Fouad. Los ataques aéreos afectaron muchas ciudades egipcias que sufrieron daños graves, todos los medios de extinción de incendios fueron aniquilados. La resistencia egipcia, que resultó ser muy difícil de eliminar, cesó gradualmente después del desembarco apoyado por la aviación embarcada y las tropas en la costa. Además de aniquilar la artillería antiaérea enemiga, las fuerzas aéreas aliadas habían ganado el total control del espacio aéreo egipcio y por tanto no tuvieron que enfrentarse prácticamente a ningún avión egipcio, aunque un único MiG-15 egipcio había logrado destruir en un ataque al suelo un Venom y dos Sea Hawk durante una incursión sobre el aeródromo de Gamil.


Cuando el 7 de noviembre entró en vigor el alto el fuego, los británicos y franceses fueron capaces de reclamar ciento sesenta y dos aviones egipcios destruídos. Por su parte, a la Heyl Ha'Avir israelí se le reconocieron la destrucción de ocho MiG-15, siete Il-28, nueve Curtiss C-46 Commando, cuatro C-47 Dakota, un Avro Lancaster, y otras tantas máquinas seriamente dañadas en combate aéreo y en sus ataques a los aeródromos egipcios.


En el Sinaí, la Fuerza Aérea de Egipto perdió cuatro MiG-15, cuatro Vampires, varios otros Meteor y Sokol. Los israelíes por su parte, reconocieron la destrucción de una parte de sus Mysteres, diez Mustang y dos Piper. En cuanto a los franceses, tuvieron que lamentar la desaparición de un solo avión, un F-84 que su piloto se vio obligado a abandonar sobre Sinai después de que se apagó su reactor.

Los británicos informaron la pérdida de solo cinco aviones.


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